CURSO DE INICIACIÓN
Clown, de lo ridículo a lo cómico
En la pedagogía hacia el clown, suelen utilizarse dos caminos: uno, donde el proceso te sitúa en el encuentro con el clown que surge de cada individuo, y el aprendizaje estaría enfocado a destapar, descubrir, cuál es el clown que habita en cada uno de nosotros. El otro proceso se dedicaría a construir un personaje con el que generar comicidad.
Yo apuesto por el primer modo donde la autenticidad y la personalidad del individuo son el fundamento del clown, tomando como punto de partida la búsqueda y el disfrute del ridículo de cada uno para incorporarla al carácter del clown.
Posteriormente se trabajan diferentes juegos escénicos que ayudan a los alumnos a comprender cuáles serían sus puntos «clown», y desde dónde pueden partir para crear su propio estilo. Herramientas que son descubiertas a través de la reacción de los otros.
No se puede predecir el humor, porque sería construirlo, y este surge de lo espontáneo, trabajar esa espontaneidad, se convierte en un camino en la búsqueda del clown. Al jugar con la escucha del compañero y del entorno se desbloquean los pequeños clichés físicos a los que sometemos nuestro cuerpo.
A través de diferentes juegos grupales se consigue la superación de la vergüenza, el miedo, la timidez,… un elemento fundamental para poder desarrollar y disfrutar toda la parte técnica que destapará nuestro clown escénico. Los alumnos comenzarán a enfrentarse al público. Serán guiados, a través de estas exposiciones, a la búsqueda de su propio ridículo, ayudando a desvelar el clown espontáneo, ese que no se racionaliza, sino que es.